Como una muestra más de los terribles errores cometidos por la OTAN, la Unión Europea, los Estados Unidos y sus aliados, el día de hoy ha sido reportado que el ministro de energía alemán, Robert Habeck, ha pedido a las autoridades canadienses que devuelvan una turbina del gasoducto Nordstream, que fue enviada para su reparación a Canada, la cual , debido a las absurdas y vergonzosas sanciones impuestas a Rusia, no ha podido ser devuelta.
Dicha situación ha causado que Nord Stream, reduzca su capacidad de abastecimiento del mercado alemán de 167 a tan sólo 100 millones de metros cúbicos de gas, situación que podría empeorar, cuando del 11 al 21 de julio de este año, el sistema de distribución del combustible, entre en una fase de mantenimiento y la falta de dicha pieza, sea motivo de demora para el reinicio del suministro hacia Alemania.
Lo anterior, de acuerdo con Habeck, representa un grave riesgo para la economía alemana que, desde la imposición de las sanciones, ha visto disminuidas sus reservas del combustible, en vísperas del próximo otoño, cuando los requerimientos de energéticos podrían hacer colapsar al país entero, ya que no habría gas, ni para bañarse, ni para calefacción, ni para cocinar y, mucho menos, para la industria.
Hasta el momento, se desconoce si ha habido una respuesta positiva de las autoridades canadienses a la petición teutona, no obstante, lo interesante será ver el grado de resistencia de las autoridades y ciudadanía alemana, para continuar llevando a cabo medidas que atentan contra sus intereses, sus condiciones de vida, su estabilidad, su gobernanza y su economía.
Porque hay una cosa que será cierta: esta navidad, mientras en Nueva York, los arboles de navidad iluminen las casas y los estadounidenses abran sus regalos, media Europa tendrá que decidir entre comer algo caliente o encender la calefacción a la hora de ir a dormir.
Luego de casi 5 meses del operativo militar especial implementado por Rusia en el territorio ucraniano, motivado por la necedad y falta de dignidad de Volodimir Zelenski, quien en muy poco tiempo deberá vivir en el exilio, debido a sus alianzas espurias con los Estados Unidos, la OTAN y el montón de vergonzosos y mil veces humillados «líderes europeos», han comenzado a sonar las voces que, desde todos los rincones del mundo, llaman a Ucrania a reconocer su derrota, a fin de terminar la sangría a la que fue sometida, por defender intereses ajenos y a despertar el sueño de alguna vez ser parte de la OTAN y de la Unión Europea.
Dentro de dichas voces, se destaca la del senador de los Estados Unidos, Richard Black, quien, con maestría, ha dado un baño de realidad a las historias fantásticas que se han desprendido de medios occidentales, chafas, mañosos, falsos y propagandistas como CNN, El País, The Guardian, etc.; al explicar las diversas causas que señalan, con claridad, que Ucrania ha perdido en el conflicto al que fue inducido por la los Estados Unidos, la OTAN y los tristes líderes de la Unión Europea.
Algunas de las razones citadas por Black, sobre la derrota «occidental» en Ucrania son:
Superioridad armamentística rusa
Ejército ucraniano diezmado
Inoperancia de las sanciones «aplicadas» contra Rusia
Fortaleza del rublo
Cercanía y apoyo hacia Rusia, por parte del BRICS
Inestabilidad económica y recesión europeas y estadounidense
Desinterés por parte del «público» estadounidense en apoyar a Ucrania
Fallo en el aparato propagandístico «occidental»
A continuación les dejo el vídeo (en inglés):
Finalmente, creo que es importante que en muchos países fuera de los Estados Unidos y de Europa, como sociedad hagamos el ejercicio de recordar a aquellos líderes locales y partidos políticos que, con su actitud lacayesca y sumisa a lo intereses estadounidenses y europeos, quisieron meter a nuestros países en una guerra mal planeada, sin sentido y completamente ajena, cuyos costos, sin embargo, hoy son causa de la inflación y desequilibrios económicos que nos afectan a todos.
Mientras la intervención militar rusa en territorio ucraniano se prolonga debido a la irresponsabilidad de los miembros de la OTAN y la Unión Europea, el mundo se sumerge en una espiral inflacionaria sin precedentes próximos, debido a las absurdas sanciones que los países aliados de Estados Unidos impusieron a los energéticos rusos, que, tal como lo dijo Putin, han sido un tiro en el pie que hoy desangra a la economía mundial, por culpa de los Estados Unidos, los países miembros de la OTAN y la Unión Europea.
A pesar de lo anterior, como siempre han hecho y harán hasta el final de los tiempos, los estadounidenses han comenzando a implementar su antigua estrategia de buscar a los culpables de sus errores en otros lado, por lo que Joe Biden, creyó que era una buena idea enviar una carta a los principales empresarios de recursos energéticos en los Estados Unidos, a quienes acusó de codiciosos y poco empáticos ante la crisis que el mismo Biden creó con ayuda de sus asesores.
A lo anterior, los miembros del sector energético estadounidense, le recordaron a Biden que la situación actual es mucho más compleja que lo que se ve a simple vista y que mucho de lo que sucede hoy, es consecuencia de las decisiones erróneas tomadas por su administración, comenzando con el embargo energético a Rusia.
No obstante, salió a la vista un detalle sobre el que poco se ha escrito: los empresarios estadounidenses solicitaron a la Casa Blanca, hacer uso de las reservas energéticas estadounidenses. Porque es verdad que ha existido un corte en el suministro de energéticos a nivel internacional, provocado por el embargo que los estadounidenses y sus lacayos europeos impusieron a Rusia, pero también es cierto que los Estados Unidos poseen las mayores reservas petroleras en el mundo que bien podrían ser utilizadas para incrementar los volúmenes disponibles en el mercado.
Tal vez los europeos, deberían dejar de pepenar/saquear o robar energéticos en el mundo, para comenzar a presionar a sus aliados estadounidenses para que pongan a su disposición el petróleo que tienen guardado y que, como viles Gollum, atesoran y esconden. Al fin y al cabo son amigos, y los amigos se ayudan, ¿o, no?
Mientras el conflicto entre Rusia y Ucrania continúa cobrando vidas, para favorecer los oscuros intereses de los Estados Unidos y la Unión Europea, ha sido publicada una entrevista concedida por el Papa Francisco al medio La Civiltá Cattolica, en donde el pontífice deja entrever su postura respecto de la intervención Rusa en territorio ucraniano, al considerar que se trata de una guerra que podría haber sido provocada y que que pudo haber sido prevenida.
Al respecto, Francisco comenta que, durante una visita de Estado, anterior al inicio del conflicto, un mandatario (a quien no identificó) manifestó su preocupación sobre la posibilidad de la guerra, debido a que la OTAN, se encontraba «ladrando a las puertas de Rusia».
Lo anterior, como una clara referencia al hecho de que fue la OTAN, con su política expansionista, la que habría provocado la respuesta de bélica de Rusia en contra de Ucrania, cuando ambas habrían aprendido a convivir de manera más o menos estable, durante las últimas décadas.
Por otro lado, el Papa condenó la lectura simplista con la que el conflicto pretende ser explicado en los medios internacionales, ya que no se trata de una guerra entre el bien y el mal, sino que responde al surgimiento de nuevos escenarios a los cuales el conflicto se encuentra ligado.
Finalmente, Francisco condenó el uso excesivo de la fuerza por parte de los implicados en el conflicto, misma que ha costado ya la pérdida de cientos de vidas humanas en ambos bandos.
Al parecer España y el resto de los países que integran a la Unión Europea, no han podido superar sus costumbres de saquear y robar para sobrevivir y mantener su precario dominio. Es verdad que España y los países que hoy integran a la infausta unión, lograron salir de la miseria, mugre y atraso en el que siempre vivieron gracias a todo lo que robaron a los territorios de ultramar que convirtieron en botines para dicho fin, no obstante, a pesar de los siglos y de lo «buena onda» de sus líderes, no han logrado superar sus carroñeras y delincuenciales maneras de proceder.
Lo anterior, luego de que fuese informado que, a instancias de un eurodiputado de origen español (porque esas mañas las llevan en la sangre), de nombre, Doménec Ruiz-Devesa, el parlamento europeo, ha anunciado su intención de expropiar los bienes y recursos que han sido confiscados a los ciudadanos rusos, así como, los más de 300,000 millones de euros que el Estado Ruso tenía resguardados en bancos europeos. El robo, que ellos han determinado llamar «botín de paz», se llevaría a cabo con la intención de financiar la reconstrucción de Ucrania (no obstante, se considera que cada país, en donde se localicen los recursos, sea considerado dueño de los mismos).
Dentro de una de las tristes bromas que la medida considera como argumento, se encuentra el costo en el que han incurrido los países europeos a fin de brindar asilo a los refugiados ucranianos, ya que dicha generosidad, unidad, solidaridad, etc., tienen un costo que los desinteresados líderes europeos, por supuesto que cobrarán, lo antes posible.
Por el momento, no se han generados respuestas oficiales por parte del Kremlin que, estamos seguros, ya había dado por perdidos dichos recursos, pero que aún posee todo el gas y petróleo que Europa necesita para no caer en una de las peores recesiones de su historia que, en caso de ocurrir, pondría en jaque a más de un gobierno, ante el creciente descontento social experimentado por la traslación del costo de la guerra a sus ciudadanos.
Conforme avanza el conflicto en Ucrania, en donde los Estados Unidos y sus satélites europeos han jugado un roll primordial para impedir cualquier acuerdo que permita el cese al fuego y la llegada de la paz a la región; es notorio el interés de la administración de Joe Biden y del empresariado estadounidense, por prolongar, por el mayor tiempo posible la guerra, a fin de generar dos cosas: el desgaste militar y financiero de Rusia y el endeudamiento, de por vida, de Ucrania (porque esos paquetes de ayuda no son caridades, son deudas que los ucranianos deberán pagar con sus recursos).
Al respecto, y sobre la prolongación del conflicto en Ucrania, el cineasta Oliver Stone, ha emitido un oscuro mensaje, en donde da cuenta de la que podría ser la estrategia seguida por Estados Unidos y sus vasallos europeos, con la finalidad de iniciar una escalada nuclear que costaría la vida de miles de ucranianos de la minoría rusa en el Donbas mientras culpan a Rusia de dicho ataque.
El mensaje de Stone dice lo siguiente: He estado siguiendo la situación en Ucrania desde 2014, bajo la guía de Robert Parry. He seguido los incendios en Odesa, la persecución sin garantías legales y los asesinatos de periodistas, alcaldes, políticos y ciudadanos. He seguido prohibición del mayor partido de oposición, que tenía mejores encuestas que el gobierno de Zelensky. He estado impresionado por el odio desvergonzado, expresado en contra de la minoría ruso-ucraniana. Es una larga y triste historia que se remonta al golpe de Estado de 2014, co diseñado por los Estados Unidos, el cual despojó de su neutralidad a Ucrania, para convertirla en ferozmente anti rusa, en los ocho años desde entonces, cerca de 14,000 inocentes ucranianos han sido asesinados, sin que ninguno de estos asesinados, haya sido cubierto seriamente por nuestros medios.
He visto con creciente miedo durante esta últimas semanas, la salida de la oscuridad de Victoria Nuland, advirtiendo a los rusos y a nosotros, la audiencia objetivo, que si los rusos emplean un arma nuclear de cualquier tipo, se desatará el infierno. Estas declaraciones fueron rápidamente recogidas por empleados de la administración federal y por los canales de televisión, amplificando la misma idea RUSIA ATACARÁ CON ARMAS NUCLEARES. Lo anterior, debido a la declaración hecha por Putin, sobre la política nuclear de Rusia, que por cierto, no es tan agresiva, como la estadounidense. Esto me hizo pensar,¿ por qué repetir esta información repetidamente? En primer lugar, estaban todos los cargos sobre crímenes de guerra que necesitan ser debidamente investigados y evidenciados.
Como resultado, me pregunto si ¿los Estados Unidos se encuentran preparando un escenario para una explosión nuclear de bajo impacto, de origen desconocido, que ocurra en alguna parte del Donbas que asesine a miles de ucranianos? Si esto llegase a ocurrir, Dios no lo permita, todos los ojos del mundo estarían entrenados, como los de un perro de Pavlov, para culpar a Rusia. Dicha culpa ya sido impuesta de antemano, independientemente de quien haya lanzado el artefacto. De esta manera, se impactaría en la opinión del 50% de la opinión mundial que no se encuentra del lado occidental. Rusia sería Satán, el Belcebú. Tengan en mente que es difícil saber desde donde ha sido lanzado un artefacto nuclear, especialmente en un entorno tan cambiante, como la guerra actual, lo que haría posible que Rusia pueda ser acusada de cualquier comportamiento. Tomarían días para saber la verdad, pero la verdad no es importante. Lo importante es la percepción y los Estados Unidos se encuentra realizando una guerra de percepciones con gran habilidad y fortaleza, saturando las señales de CNN y Fox, tanto en los Estados Unidos, como en nuestros países satélite en Europa y Asia, como nunca lo había visto.
Al hacer esto, estaríamos un paso más cerca de lograr lo que esperamos sea un nuevo Yeltsin, que pueda crear para los Estados Unidos una inmensa oportunidad comercial e ideológica, pero, más importante, conseguiríamos aislar a China de Rusia. Por supuesto, China sería el nuevo objetivo si Rusa cae. Esto, créanlo, es el escenario de ensueño para los neoconservadores anarquistas en nuestro gobierno, para establecer lo que ellos llaman un «mundo basado en reglas».
Las opiniones de Stone, no deben ser desechadas como muchas otras, ya que se trata de un hombre que ha cubierto el conflicto en Ucrania, desde su gestación en 2014, cuando los Estados Unidos en contubernio con sus lacayos europeos, generaron un golpe de Estado, que permitiese el ascenso al poder de Volodimir Zelensky, la marioneta imperialista.
No cabe duda de que el orden internacional se está moviendo y que este movimiento significará un cambio drástico en el nivel de dominio que las antiguas «potencias» o «superpotencias», como a muchos fantoches les gusta llamarlas, ejercían sobre el mundo, luego de que ya no cabe duda alguna sobre su hipocresía y falta de cualquier asomo de autoridad moral para ejercer el rol de «líderes» mundiales.
Como ejemplo de lo anterior, tenemos el hecho de que Alemania, un país cuyo gobierno se precia de ser honesto, eficiente, ambientalista y liberal, ha determinado fincar responsabilidades penales a todos aquellos ciudadanos que decidan manifestar cualquier tipo de apoyo a la Federación Rusa, en un claro atentado en contra de la libertad de expresión de todos aquellos que no concuerden con la versión otanista, de la crisis en Europa.
Para lograr lo anterior, las autoridades alemanas, se valdrán de un ejercicio legislativo fastrack, a través del cual impulsarán nuevas leyes que castiguen, hasta con penas de cárcel, a los ciudadanos que no se ciñan a la «condena» rusofoba que el gobierno alemán pretende imponerles, en lo que a todas luces, es un acto de fascismo puro y duro, que, conforme pase el tiempo y conforme las sanciones impuestas, a causa de la incapacidad del gobierno, para defender los intereses nacionales, muerdan con mayor fuerza las carteras de los ciudadanos, generará condiciones de conflicto al interior de Alemania, con consecuencias aún por ser vistas.
Veremos qué tanto resisten los alemanes, antes de comenzar a tomar calles y avenidas, no sólo para mostrar su apoyo a Rusia, sino en defensa de su calidad de vida, hoy amenazada y cooptada por intereses ajenos.
Como comentamos recientemente, desde el domingo 04 de abril y hasta el día de hoy, los medios de comunicación afines a los Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, como El País de España, The Guardian de Inglaterra, el Clarín de Argentina o el Universal de México, han inundado sus distintos medios con información relacionada con la supuesta «masacre» ocurrida en la localidad de Bucha, Ucrania, sin que exista una confirmación real, por parte de nadie, y en donde ninguna investigación ha sido llevada a cabo.
Ahora bien y apostando a la ignorancia y a la enajenación causada por el actual sistema económico (que precisamente oculta el pasado, para repetirlo ad infinitum), los medios de comunicación han recibido la orden de llenar las pantallas de los dispositivos electrónicos, con imágenes de los supuestos crímenes cometidos por el ejército ruso, durante su paso por Bucha, en una estrategia propagandística, como la utilizada por los Estados Unidos, cuando obligó al mundo, pero especialmente a los alemanes, a observar los que las fuerzas nazis hicieron a los prisioneros de los campos de concentración, durante la segunda guerra mundial, para que todos pudiesen ver las acciones que el «monstruo» era capaz de cometer, antes de ser detenido.
No obstante, en el caso de Bucha la situación es completamente diferente. Los cuerpos aparecen sin rastro de sangre en el lugar en el que fueron colocados, para ser captados por el ojo indignado de las cámaras enviadas para dicho fin, en una puesta escenográfica de tercera calidad, mediocremente ejecutada por el régimen de Volodimir Zelenski, un payaso que hoy regaña a domicilio, a los pusilánimes mandatarios europeos.
Dicha situación, no obstante, ha servido para que los países que integran la Unión Europea (cada vez más cínica y pequeña), en contubernio con los Estados Unidos, apliquen una nueva batería de sanciones económicas tendientes a lastimar aún más a la economía rusa, en lo que a todas luces representa un esfuerzo desesperado por destruir al país soviético, que a la vez muestra una fortaleza inesperada, frente a una Europa que se dirige, a toda velocidad, hacia una crisis generalizada o sistémica, es decir, política, económica, social, productiva, etc., en la que se hunde sola (bueno, con ayuda de los Estados Unidos), la cual pagarán con la pérdida, irrecuperable, de su nivel de vida, de millones de ciudadanos europeos y el resto del mundo.
Ojo, aquí no somos pro Kremlin, porque seguramente el régimen de Vladimir Putin debe tener cantidades inimaginables de áreas de oportunidad y fallas y errores, pero no estamos ciegos, ante una situación que ha sido creada para favorecer los intereses de un grupo de poder, que mientras otros mueres, se dignan en dar clases de moral, cuando tienen las manos llenas de sangre.
Sin lugar a dudas la situación actual en Europa está trayendo consigo un cambio en el paradigma económico internacional, ya que estamos siendo testigos de la manera en la que las potencias pretenden ejercer un poderío económico que ya no poseen, valiéndose para ello de estrategias que contradicen todas las mentiras en las que sustentaron su dominación sobre las naciones emergentes.
Como prueba de lo anterior, tenemos la decisión tomada por el gobierno alemán, encabezado por Olaf Scholz, que el día de hoy ha decidido «apropiarse de manera temporal», de la filial alemana de la gasera rusa Gazprom, en lo que a todas luces representa una violación a los derechos y garantías de la propiedad e inversiones privadas en Alemania, que no será fácil de borrar, y, muestra al mismo tiempo, su fragilidad y tendencia al autoritarismo.
De acuerdo con medios internacionales, la medida será implementada hasta el mes de septiembre de 2022, a fin de garantizar que el abasto del combustible para la industria y ciudadanos alemanes, que, cada que enciendan su estufa o calefactor, participarán del robo del gas ruso, como participaron del robo de las riquezas de los judíos durante el nazismo.
El mundo se mantiene a la expectativa de la respuesta por parte del Kremlin que, a estas alturas, ya debe tener más que calculado su siguiente movimiento, mientras los mercados comienzan a dar signos de desconfianza en la capacidad de Alemania para dar certeza a cualquier tipo de inversión.
¡Qué vergüenza ser alemán y europeo en estos momentos! (primero sus gobiernos los meten en una guerra ajena y ahora los convierte en cómplices de mentiras y robos).
Luego de que la retórica de los Estados Unidos ha intentado amagar a China con amenazas de sanciones que podrían frenar su desarrollo, el gigante asiático, en palabras del portavoz de su ministerio de defensa, ha mandado una serie de mensajes claros a su contraparte en la Casa Blanca, así como, a sus socios en la Unión Europea.
Lo anterior, debido a que en fechas recientes las autoridades estadounidenses han lanzado una serie de declaraciones tendientes a arrastrar a China al interior del conflicto entre Rusia y Ucrania, promovido por Joe Biden y el los demás (porque la verdad, la Unión Europea no es más que «los demás», cuyos nombres ni siquiera merecen ser tecleados, por su penosa irrelevancia).
Entre los chismes que Joe, el Perez Hilton, de Washington ha lanzado, destaca la acusación de que China se encuentra brindando asistencia militar y económica a Rusia, para que esta pueda evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos y lo demás.
Ante lo anterior, Wu Qian, portavoz del ministerio de defensa chino, no ha dudado en señalar que dichas declaraciones son falsas y han sido emitidas como una forma de ejercer presión sobre su país, al respecto, el oficial asiático expreso:
«Demandamos que los Estados Unidos detengan inmediatamente la difusión de dicha desinformación y rumores y que reflexione, de manera profunda, sobre su deshonroso papel en la evolución de la crisis, así mismo, a que realice alguno acto concreto para promover la desescalada de la situación en Ucrania».
Por otro lado, Wu no dudo en recordar el que son los Estados Unidos, el único país que se ha caracterizado por la provocación de guerras en otros territorios, generando con ello serios desastres humanitarios.
Finalmente y en una clara referencia a los intentos de injerencia de los Estados Unidos en Asia y en los conflictos territoriales de China, el portavoz manifestó que Taiwan es una parte inalienable del territorio de su país, por lo que mantendrán una política de «cero tolerancia» ante cualquier tipo de interferencia, por parte de terceras naciones.
Al parecer, si bien China ha optado por mantener la cautela ante la crisis en europa, no se encuentra dispuesta a aceptar recomendaciones, amenazas o cualquier tipo de restricción por parte de Estados Unidos y los otros.
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