BAÑOS TOREROS PARA MOLESTAR A PUTIN

Ante el cúmulo de errores y el desastre al que las autoridades europeas y otanistas han conducido a sus países y a sus ciudadanos, los dirigentes del viejo continente han tenido que recurrir a un par de viejas tácticas empleadas siempre por las personas temerarias e irresponsables: echarle la culpa a alguien más, por sus malas decisiones y hacer uso del sentido del humor. Ambas estrategias NUNCA han servido y, contrario a lo que pretenden, sólo sirven para señalar como estúpido y culpable a quien las utiliza.

Al respecto y como consecuencia de las lamentables, serviles e ilógicas decisiones que los dirigentes de la Unión Europea y la OTAN han adoptado frente a la guerra a la que se lanzaron, como borregos, en contra de Rusia, han comenzado a emitir una serie de «medidas» que pretenden disfrazar, con un triste humor lastimero, el hoyo en el que han sumergido a sus sociedades, una de ellas, la campaña de algo que, en español, podríamos llamar: «Baños toreros para molestar a Putin».

La finalidad de dicha estrategia es lograr que los europeos enajenados, decidan bañarse lo más rápido posible, ahorrando agua, gas y electricidad, como medida para «molestar a Vladimir Putin», como si al presidente ruso le interesase el olor de las axilas y culos de franceses, alemanes o italianos, que, por otro lado y en efecto, estarán sucios y hediondos debido a las decisiones que sus políticos han tomado y que los han afectado a ellos, más que a los rusos.

Por otro lado, y en medio de las fuertes tensiones sociales que amenazan con generar una crisis de gobernabilidad en toda Europa (además de generar fracturas profundas en las estructuras comunitarias), el hecho de llamar a esta situación como «la guerra de Putin», «la crisis de Putin», «la inflación de Putin», etc., en nada contribuye a sanar una situación que, conforme han pasado los meses, únicamente lastiman la calidad de vida de millones de europeos que hoy se encuentran atrapados en un conflicto que, para comenzar, no era suyo.

Veremos, conforme se acerque el otoño, si la ideología, los discursos, las bromas de mal gusto, los «deslindes» y las «echadas de culpa» sirven para calentar los hogares europeos, mover sus industrias o automóviles o para llenar las despensas que hoy comienzan a vaciarse en medio de una crisis de dimensiones globales, de donde sólo los oligarcas estadounidenses saldrán victoriosos.

Fuente: Twitter

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