Conforme avanza el mes de febrero, por las ventanas y aparadores de cualquier centro comercial, tiendita, calle y hasta en las escuelas, se comienza a sentir «el amor» que decora éstas fechas; no obstante, ante ti muy probablemente se éste abriendo el camino hacia la soledad y la desilusión, ya que, sin que lo sepas o estés plenamente consciente tu relación va que vuela hacia el fracaso.
Para que antes del 14 de febrero, termines tu ya de por sí arruinada relación y te ahorres unos cuantos centavos en regalos inútiles, o bien si eres necio, puedas luchar por salvar tu amor, a continuación te presento 9 señales de que tu relación ésta dando estertores amorosos y está por fallecer.
1) Peleas más de lo que coges.- No existe una medida estándar de las veces por semana o mes en las que una pareja saludable tiene relaciones sexuales, no obstante, si al mes tenías sexo 2 veces y de un tiempo para acá sólo tienes una vez y las demás interacciones que tienes con tu pareja son para pelear, no se necesita ser un genio,para descubrir que algo anda muy mal en tu relación. Lo aconsejable sería que platiques con tu persona especial y establezcan vías de comunicación que les permita acercarse y recuperar su intimidad (y obviamente frecuencia de sexo).
2) Ya no peleas, pero tampoco coges.- Peor aún que en el caso anterior, si en tu relación ya no queda nada del fuego que los conduzca a tener relaciones sexuales y ni siquiera una chispa para tener una razón para discutir, definitivamente un zombie de The Walking Dead, tiene más vida que tu relación. Muchas personas pueden pensar que su relación está en una etapa de máxima estabilidad, cuando en realidad sus camas comienzan a ver moscas nacer lo podrido de su amor. En ésta situación, se hace de suma importancia que ambos miembros de la pareja expresen sus verdaderos sentimientos e intereses a fin de determinar si vale la pena continuar juntos, o simplemente ha llegado el momento de decir adiós,antes de hacerse daño mutuamente.
3) Muestras criticismo, desprecio, actitudes defensivas o aislamiento.- Si haz comenzado a experimentar alguna de las emociones o actitudes mencionadas anteriormente, existe una amplia probabilidad de que hayas comenzado a sentirte incómodo en tu relación y sea necesario plantear algunos cambios y estrategias para sacarla a flote. Según el Dr. John Gottman, de las cuatro emociones anteriores, el desprecio es el mayor indicativo del futuro fracaso de una relación, ya que lleva implícito el deseo de lastimar, humillar u ofender a quien durante un tiempo fue la razón del latido de tu corazón.
4) Ya no confías en tu pareja.- ¿Haz comenzado a revisar los e mails, chats, historiales de navegación, llamadas y hasta los calzones de tu pareja para identificar algún rastro de infidelidad? Además de que muy posiblemente necesites ayuda psicológica a la voz de ya, (you psicho!!), es evidente que estás atravesando una crisis de confianza, que podría ser el inicio del fin de tu relación, ya que la confianza es uno de los pilares sobre los que se sostiene cualquier relación humana. En este caso analiza tus miedos e inseguridades y determina si son reales o un mero invento de tu cabeza desocupada y enferma. Comenta con tu pareja, para que juntos encuentren la manera de reforzar el vínculo que en un principio los unió.
5) Prefieres pasar más tiempo con quien sea, menos con tu pareja.- Con todos menos conmigo, decía la antigua canción, pero si tú o tu pareja prefieren pasar más tiempo cuidando ancianos, en la oficina y hasta consideran una bendición quedar atorados en el tráfico, en vez de compartir el tiempo y el espacio, una clara señal del fin de la relación se ha manifestado y tal vez sea bueno, analizar qué es lo que te hace preferir ser raptado por un OVNI, antes que padecer la compañía de tu pareja. Las parejas que se aman, evidentemente necesitan espacios de libertad fuera de la pareja, pero siempre manifiestan el deseo y la convicción de volver a los brazos del ser amado.
6) Han dejado de considerarse prioritarios.- Si tu o tu pareja consideran más importante el cumpleaños de un amigo, el pago de la renta y hasta darle seguimiento al chisme del día, que darse un beso en las mañanas o compartir un fin de semana juntos, es muy probable que ya no se sientan a gusto en la relación y ésta sólo avance con los últimos vapores de la gasolina que le queda. Si éste es tu caso, recuerda siempre que amar es un compromiso, y que como pareja, eres (somos) responsables de una buena parte del amor, cariño, apoyo y validez que tiene nuestra media naranja, por lo que, si ya no estás dispuesto a hacerla feliz, es mejor que la dejes ir, antes de arruinarle la vida (y el autoestima).
7) Constantemente reprimes tus propias necesidades.- Si eres de las personas que viven posponiendo sus necesidades, gustos y aspiraciones en función de las de tu pareja, estás construyendo, de manera magistral, el camino más rápido hacia el rencor, los reclamos y la infelicidad de ambos. Nunca podrás ser feliz, si vives para darle gusto a otra persona y menos aún, si en el proceso, te vas llenando de frustraciones porque «nadie valora el esfuerzo que haces por sacar la relación adelante». Renunciar a lo que quieres, no beneficiará en nada a la pareja, por el contrario, la enfermará hasta que muera.
8) La infidelidad ya es parte de la rutina.- Si tu pareja te engaña y ya no te molesta, si tu la engañas y ya no importa… ¿para que diablos siguen jugando a la casita, si es evidente que ya no queda nada entre ustedes? Cuando situaciones tan importantes como la fidelidad y el respeto a la pareja son dejadas de lado, es mejor decir adiós y hacer lo que se te dé la gana sin un compromiso a cuestas, que quedar como un zorro o zorra, sin necesidad alguna.
9) Tu pareja es tu principal fuente de estrés.- La pareja debería ser nuestro fuerte, el lugar en el que nos sintamos seguros, felices y libres para ser nosotros mismos, por lo que si tu pareja, lejos de ser tu rinconcito feliz, se ha convertido en tu fuente inagotable de estrés y ansiedad, ya que con nada se conforma y nada le parece bueno… huye como venado y aléjate de esa horrenda persona tóxica que lo único que hará será absorber lo que te queda de energía hasta dejarte vació y seco como flor de cementerio.
Amoroso lector, si distingues en tu relación algunas de las señales anteriores, tal vez sea momento de que comiences a platicar con tu pareja acerca del futuro de su relación (si es que tiene aún algún futuro), o a empacar tus cosas y tus sentimientos, para emprender un nuevo camino.
Fuente: http://www.alternet.org