AL RESPECTO DE LOS DERECHOS LGBT ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LO QUE SUCEDE EN RUSIA?

Queridos lectores:

En esta ocasión, como parte de la colaboración que aquí en Zaparino World sostengo con  Marten Weber (autor y colaborador del Huffingtonpost), les presentaré la opinión de Marten, acerca de un asunto que recientemente ha causado indignación al rededor del mundo: los ataque en contra de la población LGBT en Rusia, que al parecer, son motivados y apoyados por el Estado Ruso, en una clara violación a los derechos humanos de los integrantes del colectivo gay rusos.

Espero, con éste post, contribuir a desperar conciencia a cerca de la importancia de manifestar nuestra indignación ante lo que ocurre en Rusia o en cualquier otro país del mundo, en donde los derechos humanos, de cualquier segmento de la población, sean vulnerados.  Nuestra falta de solidaridad hoy, podría alejarnos del apoyo que necesitemos mañana.

Recuerden que pueden seguir a Marten Weber en su cuenta de Twitter en: @webmarten  , así como en su página oficial www.martenweber.com, en donde podrán saber más acerca de su obra y sus últimas publicaciones.

¿PORQUÉ ES IMPORTANTE LO QUE PASA EN RUSIA?

POR: MARTEN WEBER

Los hechos recientes que se han verificado en Rusia, nos preocupan mucho a mí y a otros activistas de la causa LGBT. Putin ha regresado hacia las ideologías medievales de represión y culpa. Los homosexuales se han convertido en los chivos expiatorios de un régimen tiránico que continua avivando el odio público para ocultar su falta de voluntad o incapacidad para resolver los problemas económicos del país.

Acerca de un reciente artículo que publiqué con relación a los emigrados rusos recibí una molesta respuesta por parte de un lector: ¿Cuál es problema con Rusia? Los países musulmanes, por siglos, han torturado, latigado, colgado y lapidado hasta la muerte a los homosexuales y nadie ha realizado un verdadero esfuerzo por impedirlo. El lector tiene un punto. Ahora bien,  si la hay, ¿cuál es la diferencia? La respuesta es obvia: la religión.

Lo que está pasando en Rusia es una violación de los derechos humanos de una minoría, patrocinada desde el Estado. Las autoridades permiten o incluso hasta promueven los ataques en contra de la gente LGBT, sin que la policía haga nada para protegerlos. Las razones detrás de los hechos son varas, incluyendo la incompetencia para dirigir al país y la prevalencia de la homofobia entre la población general. Desde la perspectiva de la democracia secular, dichos tendencias son inaceptables, ya que violan los principios básicos de la libertad de discurso y de expresión, así como los derechos para las personas LGBT que han sido consagrados en muchos de los países civilizados, durante las décadas pasadas. Violan aquello en lo que creen los países civilizados.

En los países musulmanes toda la violencia contra los gays, se basa en la doctrina religiosa. La libertad de religión también es un valor de nuestros sistemas democráticos, por lo que decidimos mirar hacia otro lado cuando la violencia contra personas LGBT está aparentemente fundada en la religión (olvidando que, en escencia, todas las religiones se basan en el fanatismo)

La violencia en contra de la población LGBT debe detenerse en todos los países alrededor del mundo. No podemos protestar en contra de Rusia e ignorar a los adolescentes gay ahorcados o lapidados en Irán o en Arabia Saudita simplemente porque respetamos su religión. En donde la religión viole los derechos humanos y la dignidad de los miembros de la comunidad LGBT, la religión debe cambiar. Debe avanzar. Ninguna creencia en cualquier tipo de deidad le da a la gente el derecho de asesinar a otro ser humano.

Debido a que la violencia en contra de los gays en el mundo musulmán está basado en la religión, la lucha parece perdida. Los activistas se manifiestan, no contra un gobierno, sino contra un sistema de creencias que es valorado, tal vez en demasía. Por lo anterior, para cambiar la situación, debemos cambiar la religión y esa, es una difícil tarea.

En Rusia, la violencia está basada en acciones directas de un gobierno mal dirigido. Sólo es necesario derrocar al gobierno de Putin para deshacerse del autor de la violencia. Lo anterior, es mucho más fácil que reescribir el Corán.

Es un derecho de todos él combatir a Rusia por todos los frentes posibles, desde la firma de peticiones, hasta el boicot de los Juegos Olímpicos de Invierno o hasta la Expo Mundial de 2020. Pero los otros países que desean albergar la expo de 2020, son Turquía, Dubái y Brasil. Turquía y Dubái, no son precisamente unas estrellas rutilantes en el universo de los derechos LGBT. Además, ¿cuál es el logro de que se alcanza con un boicot? ¿No sería mejor unirse y acudir envueltos en banderas del arcoíris? Moscú será la sede de la Copa Mundial de la FIFA en 2018. Lo anterior, no debería ser ningún problema si creyéramos la declaración de Joseph Blatter, acerca de que no hay jugadores gay de futbol. ¿En serio?

Finalmente, es decisión de los líderes de las naciones democráticas manifestarse en contra de la violencia anti gay que se desarrolle en cualquier país, independientemente de su dicha violencia se deriva de antiguos textos religiosos, de una cacería de brujas de una población ignorante o instigada por burócratas viles. Pide a tus líderes locales que se manifiesten en contra de cualquier forma de violencia anti gay. Una mayor resistencia debe provenir de figuras públicas, así como, de la comunidad online. Éste es el tiempo de hablar y dejarle saber al mundo que no nos sentaremos cómodamente, mientras los gays son marginados, atacados y asesinados en cualquier otro país. El momento de actuar es ahora.

 

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