Conforme la actuación de occidente se demora debido a la falta de consenso para efectuar ataques, como medida de represalia, en contra del gobierno sirio, debido a la supuesta utilización de armas químicas por parte del gobierno de Bashar Al Assad, Damasco ha hablado por primera vez al respecto, retando a los gobiernos de Francia y Estados Unidos a mostrar las pruebas que den sustento a las acusaciones en su contra.
Al respecto, el Presidente Sirio Bashar al Assad, en entrevista con el diario francés Le Figaro, comentó:
«Quien lanza la acusación debe mostrar las pruebas. Hemos retado a los Estados Unidos y a Francia a que muestren la menor prueba. Hollande y Obama han sido incapaces de hacerlo, incluso ante sus propios pueblos».
Así mismo, el Presidente sirio, ha lanzado una amenaza velada, acerca de las repercusiones que una intervención militar, en caso de efectuarse, podría llevar a Medio Oriente, al comparar a la zona con un polvorín cuya mecha es cada vez más corta y se encuentra en riesgo real de explotar:
«Nadie sabe que sucederá después de los ataques. Todos perderán el control de la situación cuando el polvorín explote. El caos y el extremismo se esparcirán. Existe el riesgo de una guerra regional.
Finalmente, Bashar al Assad lazó su última advertencia en contra del Presidente Francoise Hollande, diciendo que, si Francia detiene su intento por atacar Siria, el país galo dejará de ser considerado un enemigo, sin embargo, advirtió, existirán repercusiones, negativas en contra de los intereses de franceses en territorio sirio.
Fuente: http://www.telegraph.co.uk
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